Algoritmos y cerebros, un desafío para el estudio de la música en el siglo XXI.
- Javier Acosta Giangreco
- 12 ene 2021
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 15 ene 2021
Este es un punto que me genera mucho ruido desde hace algunos meses. Existe sobrada literatura sobre los algoritmos y el lenguaje de programación. Creo que no es necesario tener que explicar acabadamente sus funciones.
Para esta reflexión, pondré nada mas que un concepto sobre que es un algoritmo para que todos nos entendamos:
Algoritmo es un conjunto ordenado de operaciones sistemáticas, que permiten hacer un cálculo y hallar la solución de un tipo de problema.
Así entendemos que un algoritmo es un conjunto de reglas dadas, con el fin hacer cálculos para resolver problemas. Estos cálculos son perfectamente posibles para la mente humana. La diferencia aquí es el factor tiempo, pongamos un ejemplo sencillo:
¿Cuántos Mib aparecen en la tetralogía de Wagner?, sin dudas podemos tomar esa monstruosa partitura de mas de 1000 paginas y ponernos a contar nota por nota. Por muy rápido que seas, el conteo te llevará no menos que varias horas, o probablemente días en concluirlo. Este mismo planteo se configura en un algoritmo y probablemente tarde entre 2 a 3 minutos en resolver la duda.
Leimotiv del Génesis en el Oro de Rihn (Das Rheingold)
La inteligencia artificial nos supera en velocidad por amplio margen, pero difícilmente pueda sacar conclusiones, o hacer relaciones intertextuales sobre la significancia de esta nota en diferentes leimotivs que usa Wagner a lo largo de esta extensa opera. Eso ya depende de nosotros.
No es que la inteligencia artificial no sea tan inteligente, simplemente sacar conclusiones o elaborar una hipótesis, no esta dentro de sus funciones. El algoritmo arroja datos exactos, cual la mente humana debe usarlos para luego plantear conclusiones o decisiones en cuanto a un fenómeno. Ahora bien, ¿porqué digo todo esto?. Porque teniendo estas herramientas disponibles desde un tiempo relativamente largo (30 años tal vez) ¿porque los músicos no lo utilizamos para nuestros estudios?. Probablemente la mayoría desconoce su uso para fines musicales.
En mi caso personal hice el conservatorio que tenía una duración de 8 años. Luego hice la carrera de composición musical en la Universidad Católica Argentina que fueron 5 años más la tesis. En estos 14 años de estudio aprendí de manera sólida las materias técnicas de la música, como armonía, orquestación, contrapunto, análisis etc, pero nunca me han enseñado a programar.
Un análisis armónico de un movimiento de una sonata de Beethoven me llevaba no menos de 1 hora en concluirlo. A través del software Music 21, por citar una herramienta, importo la partitura al programa y configurando el algoritmo de búsqueda según lo que yo quiera saber, por ejemplo un análisis de funciones armónicas. Puedo obtener el cifrado romano de los acordes de todo el movimiento en no más de 10 segundos, incluyendo notas de paso o cualquier tratamiento de disonancias. El tiempo que él algoritmo tarde en realizar un procedimiento depende en parte de la extensión de la pieza y la cantidad de información que necesites recabar.
Existiendo esta facilidad, por un lado, hoy ya no podemos eludir su existencia y por otro, ¿porqué seguir sometiendo a los estudiantes de música a tantos años de estudio de una materia que hoy se puede solucionar en pocos minutos?.
No estoy desmereciendo el estudio de las materias teóricas, como dije al comienzo, es la mente humana la que elabora las hipótesis, y para hacerlo es necesario tener una formación competente. Pero podemos plantear tal vez nuevos caminos con estas herramientas. Podríamos pensar en invertir más el tiempo en formar a los alumnos en la capacidad de elaborar conclusiones y menos horas en las técnicas de recolección de datos (un análisis gramatical por ejemplo).
Seamos sinceros, de 100 estudiantes de música que dominan las materias teóricas o inclusive profesionales, ¿cuántos de ellos la utilizan las mismas para sacar conclusiones a priori de la interpretación de una obra en su instrumento musical?. Me animo a decir que no mas del 20% según mis observaciones.
Para muchos músicos profesionales el estudio de las materias teóricas es un “tema de conservatorio”, sencillamente porque no ven las implicancias y los usos de los mismos en una instancia profesional. Esto debería alarmarnos… algo no anda bien. Esto se da porque se invierten mas horas cátedra en la técnica de recolección de datos, y ya no queda tiempo para pensar en ellos.
Ante estas evidencias pienso; es más que necesario poner estos temas en la mesa de debate a la hora de forjar planes de estudio consecuentes al tiempo en que vivimos. Desde luego eso implicaría una capacitación constante a los docentes sumado a una metodología clara, establecida y consesuada. La inteligencia artificial es una herramienta sencilla y asequible para cualquier persona que tenga una computadora en mano.
El lenguaje de programación se estudia y se aprende, tiene su técnica, al igual que un análisis de funciones armónicas o de especies de contrapunto. Al algoritmo hay que encaminarlo para que nos brinde todo su poder, para esto hay que comprender cómo piensa y cuales son los comandos que sirven a su inteligencia, que desde luego no operan y ni funcionan como la nuestra.
Javier Acosta Giangreco
Asunción Paraguay Enero 2021
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